El presente documento, tiene como propósito hablar de la existencia de un libro no científico que permite asomarse a otro tipo de conocimiento que prescinde de la demostración a través del método científico pero, ha estado siempre presente en la humanidad.
El ser humano desde la antigüedad se ha preocupado por satisfacer necesidades materiales e inmateriales.
Lo anterior se sabe gracias a los descubrimientos arqueológicos que han rescatado el conocimiento de culturas milenarias como son: la egipcia, la griega, o la hindú.
La recuperación de la memoria de las culturas referidas, ha sido posible por lo escrito en los papiros elaborados por los escribas, quienes recibieron de sacerdotes, reyes, u otras personas reservadas a la toma de decisiones, el conocimiento que en principio era trasmitido de padres a hijos de forma oral.
Es así, que gracias al estudio de textos antiguos se ha logrado acceder al contenido de conocimiento de distintas doctrinas no científicas que ofrece hoy día una alternativa de comprensión y eventual aplicación del mismo a la realidad actual.
Sin embargo, éste conocimiento antiguo, solo es estudiado por algunos grupos en oriente, la mayoría de las personas en occidente no se permiten estudiar el conocimiento no científico, a menos que presupongan una mínima certeza de encontrar un aporte para la ciencia.
En este orden de ideas, el hombre de ciencia solo ve en la aplicación del método científico, al único medio generador de conocimiento, argumentando que puede demostrarlo a través de experimento que perciben los sentidos, o por la elaboración de enunciados falsifiables.
Ahora bien, existe una limitación de nuestros sentidos, la cual es fácil demostrar, baste decir que más de uno se ha quemado la piel en un día medio nublado y con viento frío producto de los rayos ultravioleta, lo cual ocurre al fiarse de las apariencias que indican frescura.
Por otro lado, el espejismo es un fenómeno producido por la desviación de la luz haciendo creer que lo visto se encuentra en una dirección distinta a la verdadera, es el caso, al hundir en un balde lleno de agua clara un maderito, vemos que éste toma aparentemente una dirección distinta dentro del líquido, aunque la realidad es que ello no ocurre.
Con los ejemplos citados se demuestra, que nuestros sentidos no son de fiar, así como los hechos descritos, existen otros en torno a la humanidad, no contemplables por la vista u otro sentido.
De estos hechos habla el Kybalion, libro basado en las Doctrinas Secretas del antiguo Egipto, éste documento contiene las enseñanzas de Hermes Trismegisto (tres veces grande), triada encargada de custodiar el legado de sabiduría, entregado por El TODO.
Pensar en Siete Principios, que acompañan a la humanidad, me lleva a decir que cada uno de estos invita al lector a la reflexión y al cuestionamiento del manejo de la percepción y la forma en cómo se relaciona con los mismos aun sin saberlo.
El libro también expone el concepto verdad, con ello permite hacer (si se desea), un ejercicio de confrontación con el concepto que cada cual tenga de esta palabra, y aunque quizá no cambie la postura de la persona, le ayuda a observarse desde distintos ángulos.
Asimismo, el lector puede reconocer la existencia de posibilidades que han estado a su alcance siempre, solo falta que se permita explorar en sí mismo, para armonizar con sus semejantes y su entorno.
Por último, El Kybalion, es un libro cuyo contenido no busca ser aceptado. Pero al igual que otros libros deja ver la existencia de conocimiento, para el cual como dije, no es necesaria la demostración científica, para ser considerado como valido.
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Con la aplicación de un principio elemental de tolerancia -como lo sugirió mi buen amigo, el autor del texto objeto de comentario-, incluso aceptando que el Kybalión pueda ser cautivador, por cualquier "razón" que se quiera dar y que logre adeptos, en mi ánimo, en el mejor de los sentidos, y muy amablemente dirigido, no encuentro respuestas convincentes a preguntas como las siguientes: ¿cómo se puede fiar de afirmaciones (juicios) sobre objetos del mundo cuando no tienen ninguna base ni sustento verificable o al menos demostrable? ¿Qué diferencia habría en sostener los principios del Kybalión con el mismo entusiasmo que los "principios" de "la fuerza" que controla el universo de Star Wars o los de las tierras mágincas de la saga del "Señor de los anillos", los de la "iglesia maradoniana" o la de cualquier otra ocurrencia parecida?
ResponderEliminarPor otra parte, si los seguidores del Kybalión y otros textos de filosofía hermética dicen verdad, el conjunto de "principios" son anteriores al conocimiento egipcio que la arqueología occidental tiene. Son anteriores por mucho a los tiempos de las dinastías faraónicas; nos deberíamos remontar al mito de la Atlántida y la raza de semidioses que la habitó y transmitió "conocimiento" a las generaciones posteriores. Hay pocos mitos más occidentales que el de los continentes perdidos, incluido el de la raza atlante. En ese sentido, ¿cómo sostener que el conocimiento del Kybalión es de raíces orientales y oponerlo al occidental?
Saludos.
Víctor.